jueves, 24 de febrero de 2011

Viejos tiempos de escritura.


Voy buscando en mí varias respuestas a preguntas que me hice reiteradamente a lo largo de mi vida. A pesar de contar con solo 15 años de edad, poseo cierta noción de varias cosas que se me presentan día a día en mi vida cotidiana.

La razón obedece a la experiencia, y la experiencia es un peine que te dan cuando ya quedas calvo. Es un tanto difícil hablar de la vida con todas las cosas que la representan, pero por anécdotas ajenas, y pensamientos propios llegué a sacar varias conclusiones que preferiría conservar.

Algunas personas se aferran a cosas inexistentes e improbables, como por ejemplo Dios. Éste es tomado como objetivo, según ciertas personas nosotros nacimos para llegar a él, y a base de él nos criamos. Las personas que pertenecen a éste grupo, suelen concederse a manos de Dios, excusándose tras la frase: "Que sea lo que Dios quiera", inútilmente creen en la suerte (buena o mala), y la utilizan como una especie de salvación. Creyendo en la total mentira de que nacimos para ser o no ser.

No quiero considerarme rebelde ni mucho menos al tratar de refutar esta ideología. Tampoco es mi intención quedar como una víctima diciendo que soy una persona a la que la vida le es muy rígida. Sé perfectamente que algunas de las cosas malas que me pasaron fueron el resultado de mis acciones, pero permitiéndome expresarme, pongo firmes mis palabras al decir que cuando tuve buenas acciones, obtuve malos resultados, o simplemente, no obtuve nada a cambio.

Quizás sea por eso que me resisto a pedirle al "grandioso" Dios. O quizás sea mi independencia la que me abstiene. No crean, al leer lo que escribo, que soy una persona desdichada, ni mucho menos. He pasado buenas épocas en mi vida.

Puede decirse que soy una persona víctima y victimaria; víctima por situaciones con finales nefastos, y victimaria por querer vengar aquellos finales y vivir en el recuerdo. No seguir en el presente, ni pensar en un futuro. Tengo una vida bizarra, soy cuál un vagabundo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario