domingo, 13 de noviembre de 2011

Comprender.

Decidí no volver a buscarlo, si él quería saber de mi, simplemente me buscaría. No se puede esperar algo que nunca va a llegar, a veces hay que guardar la esperanza en un cajón para que no se agote. Opté por convertirme en su amiga, esa persona que contestaría a sus llamados, quise dejar de pensar para poder vivir con tranquilidad.
Anteriormente, quería buscarlo, quería contarle sobre mis incansables ganas de verlo. Cualquier señal que él me daba, yo la malinterpretaba inútilmente, pensaba que quizás podríamos llegar a ser, pero no. Me fascinaba su manera de actuar, analizaba su mente minuciosamente. Lo intentaba comprender para poder llegar un poco más lejos y así el vería en mi algo diferente que lo convencería de querer conocer cada uno de mis detalles.
Hoy en día me alejé de la situación para poder ver qué era realmente lo que estaba pasando, para poder encontrar mi propia solución; mi búsqueda fue exitosa: dejaría de prestarle tanta atención, abandonaría el papel de Sherlock Holmes, le pondría un stop al corazón para utilizar más la razón.  Admito que aún hoy me siento atraída por sus ojos, pero ya no me pierdo, sé el lugar en el que estoy parada. Dejé de correr y comencé a caminar entre la paz, y quiero que todo siga así hasta el final.

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