Soy una
persona que nadie conoce, pero muy pública a la vez. Suelo contradecirme, y
definirme al revés. Estoy en boca de muchos, aunque todavía no sé de quién.
Te puedo contar lo que me gusta, y lo que suelo hacer... También te puedo contar mi historia, mis principios y mis por qué. Me gusta lastimar y herir a las personas que se acercan a mí, me gusta gritarme y hacerte reír.
Estoy construida a base de engaños, de mentiras, y de mierda,
suelo ser lo que la gente no espera. Nada de lo que llevo adentro sirve, nada
de lo que me constituye existe. Soy lo inmoral, y lo inmortal, lo que nadie
nunca podría imaginar. Lo que tus ojos no podrían apreciar. Lo que más allá de
tu mente no podrías proyectar.
Ya casi no
siento, no tengo corazón. Y aún así soy una persona frágil que le tiene miedo a
la razón, fuerte y muy débil, sin compasión.
Soy lo que todos piensan, pero igual nada que ver. Puedo repetirme una y otra vez. No hay una simple o compleja palabra que me defina, porque lo simple es que no soy de acá, ni tampoco soy de allá.
Nací en vos,
en tu corazón, me crié en tu garganta, y me eduqué en tu pulmón. A veces suelo
quemarme, soy muy inestable. Hay días en que quiero abrazarte, pero no me dan
ganas de tocarte. Me gusta envidiarte, pegarte, odiarte, mirarte, y amo hacerte
mal; hacerte lo que ninguna niña nunca te hará... Soy lo que no querías, soy lo
que me das.
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